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martes, 23 de junio de 2015

EDITORIAL: una carta

Los recuerdos de escuchar que suena el timbre de la casa y ver como se aleja el hombre en una bicicleta antigua, con el uniforme gris producto del sol que cae sin piedad, la bocamanga del pantalón doblada dentro de la media para que no se enganche con las cadenas de la bicicleta, el tintineo que se va alejando, buscas en el buzón y encuentras un sobre, un sobre? sí, y no es una publicidad o alguna factura por pagar, es UNA CARTA!!
ese sobre blanco, con tu nombre, de pronto se volvió un objeto que no quieres dañar, hasta quisieras que la carta salga por un huequito para no dañar el sobre, la abres con tal cuidado como si empezaras un viaje al pasado, por fin el tesoro es encontrado, la carta, el texto, las palabras, tener un papel escrito a mano, con la tinta juguetona que ha subido y bajado y hasta traspasado los límites de un reglón, tildes volando por los cielos del reglón, una carta escrita a mano, portando noticias, de amor, de fe, de nostalgia y el objeto en sí es una nostalgia, esa esperanza de que llegue ya pasó, la vida está tan rápida que no soportamos esperar, así que envío el mail y punto ya está y contesta lo antes posible, un asap, no pues, mejor la paciencia de pensar que decir, el cuidado de escribir sin faltas de ortografía por que no hay un corrector automático, escribir un carta es como desnudar el alma, entre letras sabes quien y como es la persona que te lo envió, la felicidad de tener una parte de la otra persona, de quién sea, una madre, una hermana, una sobrina, un hijo, un amigo, un amante, tener sobre un papel declaraciones de amor y promesas de encuentros y de nostalgias, te escribo una carta y aunque llegue a los treinta días de haber sido escrita el sentimiento que te puse es el mismo o tal vez aún más grande, y... por qué no escribirnos una carta o tal vez un telegrama?

y si no quieres escribir con puño y letra no dejes que el tac tac de la máquina antigua de escribir te aloque, pensar bien la palabra para hacerlo rápido, recuerdos de sesenta palabras por minuto que hoy me ayudan al escribir en la lap top, cruzo el pasado y te escribo, y sea de una  u otra forma mi amor sigue igual, mi amor trascendió el telegrama, la carta escrita con un lapicero de tinta o con un instrumento sonoro que identifica a los escritores antiguos de planas. Te escribo y punto, te quiero, es el mismo final al pie de página.

Chiqui Torres
colaborando con Cocó & Loloté


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